La ley del Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA, por sus siglas en inglés) firmada por el embajador de México en Japón el 11 de julio pero que no ha sido aprobada, muchos artistas consideran que no es un documento claro. Están a favor de la protección intelectual pero dudan que esta ley sea el camino correcto.
Belinda reconoce que Internet es un gran escaparate a nivel internacional. “Es lamentable que las canciones estén gratis por ahí pero la tecnología con Youtube te abre mercados internacionales a los que antes no tenías acceso”, admitió la cantautora.
Kate del Castillo también considera que la información no es suficiente ni clara: “No le entiendo. Hay cosas buenas y cosas malas, globalmente me parece pésimo que hayan firmado, creo que la libertad de expresión es lo único que nos queda”, opinó la actriz.
Andrés Bustamante destacó que en muchos países se ha rechazado firmar ACTA: “Ahora ya todo mundo intercambia materiales; cuando eso ya está establecido y de pronto hay que ponerle un freno, es muy difícil. La gente se puede sentir muy preocupada, con enorme razón, de que puedan ser demandadas simplemente por estar viendo un video, escuchando música o por mandarle una foto a un amigo”, comentó.
Everardo González, quien acaba de publicar su película Cielo abierto para ser vista gratis en Internet, está en desacuerdo. “Es fatal, estoy totalmente en contra. Nos desgarramos las vestiduras por ACTA pero no se presiona a los ladrones de televisoras que no pagan regalías a los autores”.
Otros artistas, lejos de estar a favor o en contra de la propuesta, se encuentran preocupados por la falta de claridad, como la Arrolladora Banda Limón, cuya música es la más pirateada en Internet, según informe de Amprofon en 2011. “Estamos de acuerdo en que las descargas ilegales deben regularse pero las libertades en Internet deben mantenerse. En cuanto a la piratería, será difícil regularla; cuanto más le dices a alguien que no haga algo siempre encuentra el modo”, dijo el vocalista Jorge Medina.
Fernando Rovzar, productor de Salvando al soldado Pérez y Kilómetro 31, desconoce los detalles de la ley. “No sé bien cómo es eso, pero lo que debemos ver son las nuevas ventanas por las que debe ir el cine mexicano. Con Después de Lucía queremos llegar a la mayor cantidad de chavos e interactuar con ellos. Internet es la opción”, indicó.
Fuente: El Universal
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